domingo, 27 de abril de 2008

En defenza de la URSS

Hace 14 años el Pueblo Soviético salía a la calle en defensa del Soviet Supremo y la constitución Soviética.
La burguesía respondió con represión brutal, fusilamientos y torturas como es su costumbre. Por supuesto fue transmitido por las cadenas monopólicas en vivo.
Las huelgas, las tomas de destacamentos de la policía y el ejercito en manos de obreros jóvenes no alcanzó para frenar la traición. Sa calcula en tres mil las muertes por la represión en esos días. Queda la experiencia que se acumula y forma parte de lo que vendrá.




viernes, 25 de abril de 2008

Nadeshda KRUPSKAYA

Revolucionaria bolchevique, miembra del gobierno soviético y de la editorial de Iskra. Promovió el Día Internacional de la Mujer en Rusia. También recordada por haber sido la compañera y consejera de V. I. Lenin.




PREFACIO
a la primera edición rusa de
Diez días que estremecieron al mundo de John Reed

Escrito: En ruso, en 1919
Primera publicación: En 1919, en John Reed, Diez días que estremecieron al mundo, 1a edición rusa.
Versión al castellano: Carmelo Saavedra.
Digitalización: Carlos G.
Fuente: John Reed, Diez días que estremecieron al mundo, La Habana, Instituto Cubano del Libro, 1967.


DIEZ DÍAS QUE ESTREMECIERON AL MUNDO es el título que John Reed ha dado a su asombrosa obra. Este libro describe, con una intensidad y un vigor extraordinarios, los primeros días de la Revolución de Octubre. No se trata de una simple enumeración de hechos, ni de una colección de documentos, sino de una serie de escenas vividas y a tal punto típicas, que no pueden por menos de evocar, en el espíritu de los que fueron testigos de la revolución, episodios análogos a los que ellos presenciaron. Todos estos cuadros, tomados directamente de la realidad, traducen de manera insuperable el sentimiento de las masas y permiten así captar el verdadero sentido de los diferentes actos de la gran revolución.

Se antoja extraño, a primera vista, que este libro lo haya escrito un extranjero, uri americano que ignora la lengua del país y sus costumbres. Al parecer, tendría que haber caído, a cada paso, en los errores más ridículos y omitido factores esenciales.

No suelen escribir así los extranjeros sobre la Rusia soviética. O no entienden los acontecimientos, o generalizan los hechos aislados, que no siempre son típicos. Verdad es que casi ninguno fue testigo personal de la revolución.

John Reed no fue un observador indiferente. Revolucionario apasionado, comunista, comprendía el sentido de los acontecimientos, el sentido de la gigantesca lucha. De ahí esa agudeza de visión, singla cual no habría podido escribir un libro semejante.

Tampoco los rusos hablan de otro modo de la Revolución de Octubre: o bien formulan un juicio general, o bien se limitan a describir los episodios de que fueron testigos. El libro de John Reed ofrece un cuadro de conjunto de la insurrección de las masas populares tal como realmente se produjo, y por ello tendrá una importancia muy particular para la juventud, para las generaciones futuras, para aquellos a cuyos ojos la Revolución de Octubre será ya historia. En su género, el libro de John Reed es una epopeya.

John Reed está inseparablemente unido a la revolución rusa. Amaba la Rusia soviética y se sentía cerca de ella. Abatido por el tifus reposa al pie de la muralla roja del Kremlin. Quien ha descrito los funerales de las víctimas de la revolución como lo hizo John Reed, merece tal honor.

N. KRUPSKAYA


lunes, 21 de abril de 2008

Veintitrés escalones más abajo

Fuente : Rebelión
26-10-2007
Sobre los muertos del comunismo soviético y los del capitalismo ruso


Víctor Trushkov
Pravda

Traducido del ruso por Josafat S. Comín

En la historia no hay nada ni nadie, salvo las personas, que al actuar entren inevitablemente en relación unas con otras. La gente es el principal recurso de cualquier desarrollo social. Es maravilloso disponer de unas riquezas naturales únicas, pero sólo con el trabajo de la gente se convertirán en riquezas sociales. Es el ABC del marxismo. Y cuando se comienza a hablar sobre valoraciones de los recursos del país, la población es lo que habríamos de tener en cuenta en primer lugar.

La gente astuta y malintencionada que trabaja actualmente en este campo de la historia, ha creado una gran cantidad de mitos y leyendas, que en ocasiones degeneran en auténticas patrañas.

Los detractores profesionales del socialismo y del sistema soviético, son los que más empeño ponen.

Es como si hubiesen organizado una competición entre si, para ver quién de ellos, del modo más indecente e imperdonable, se atreve a inventar un mayor número de “víctimas del Poder Soviético” en los años 30. 60 millones de personas…80 millones…100 millones…se sobreentiende que refiere a población adulta, ante todo hombres. Parece que ni se les pasa por la cabeza, que todas esas fábulas las podría rebatir cualquier chiquillo de 5º de primaria.

La población de la URSS en el año en que se creó el estado unificado ascendía a 136,1 millones de personas. De los cuales, a finales de 1922, 63 millones eran hombres. ¿Qué nos queda si restásemos aunque fuese esos 60 millones de míticas víctimas? ¿Quién luchó entonces en la Gran Guerra Patria? ¿De dónde salieron entonces en una sola República Socialista Federativa Soviética Rusa, 51 millones de hombres en 1939? En total en toda la Unión Soviética había en aquel momento cerca de 93 millones.

Tomemos una comparación más, que siempre rehúsan hacer los antisoviéticos. Me refiero a los tiempos de crecimiento en la RSFSR y en los Estados Unidos de Norteamérica (que era el nombre oficial hasta la Segunda guerra mundial de los actuales EE UU). ¿Por qué de la Federación Rusa y no de toda la Unión Soviética? Porque en los años 30, el territorio de la RSFSR no sufrió variaciones, mientras que en la URSS entraron cuatro nuevas repúblicas –Moldavia, Letonia, Lituania, Estonia,- así como Ucrania occidental y Bielorrusia occidental. En los 13 años, que pasaron entre los censos de población de los años 1926 y 1939, el número de habitantes de la RSFSR creció en un 13,5%. Por cierto, que esto no son datos de la Dirección Central de Estadística de la URSS, cuyas cifras tanto gustan poner en duda los defensores del capitalismo, sino datos que han sido escrupulosamente verificados por los estudiosos del actual Instituto de Investigaciones Científicas de Estadística, dependiente de la Agencia de Estadística de la Federación Rusa (Rosstat).

La población de los EE UU de Norteamérica, que continuaba ascendiendo gracias a los flujos migratorios de Europa y otras partes del mundo, en la década entre 1930 y 1940, creció en un 8%. Son datos muy elocuentes.

Pero volvamos a Rusia. En los años 30 la población aumentó en 13 millones de personas. Comparemos estos datos con el crecimiento poblacional en la Rusia zarista en una época bastante próspera, comparada con la actual, como fue la primera década del s.XX. Durante el periodo comprendido entre 1901 y 1910, la población de Rusia creció en 13,37 millones de personas.

Volvamos al detallado estudio del director del IEC de estadística de la Agencia de Estadística de la Federación Rusa, el profesor Vasili Simchera: “Desarrollo de la Economía en Rusia durante 100 años. Sucesión histórica” (editorial Nauka. 2006). En este trabajo se analiza minuciosamente la dinámica de la cantidad de población durante el s.XX. Son especialmente interesantes los datos sobre el crecimiento anual de la población. Veamos cuales fueron las variaciones que se dieron en el periodo entre la Guerra Civil y la Gran Guerra Patria.

Las consecuencias demográficas de la guerra civil fueron muy perceptibles, incluso en 1923, cuando el crecimiento aún era negativo en un 0,2%. Por el contrario, en los 3 años siguientes, comenzando desde el 24 a 1926 ambos inclusive, se dio un crecimiento record, que alcanzó el 1,9% anual. Después, en los 11 años siguientes, se observó un crecimiento estable de la población.

En la RSFSR, crecía a razón de un 1,1% (algo más de un millón anual). Y de repente, observamos otro repunte. De nuevo, y en el transcurso de tres años, se da un notable crecimiento demográfico, cifrado en un 1,6% anual (1,7 millones al año). Pero presten atención a los años de que estamos hablado: 1938, 1939, 1940.

No, no tengo la menor intención de desmentir, con todo el conjunto de datos estadísticos fiables comprobados y revisados en múltiples ocasiones en el Instituto de investigaciones Científicas de la Agencia de Estadística de la Federación Rusa, el que hubiese represión en la segunda mitad de los años 30. Y por desgracia tuvieron un carácter masivo. Pero rechazo categóricamente la acusación que se hace contra el Partido Comunista Bolchevique y el Poder Soviético, de que se llevase a cabo un genocidio contra su propio pueblo. El mito sobre ese supuesto genocidio es falso de principio a fin. Acusar de ello al Partido Comunista y al Estado Soviético, es una calumnia maligna, como lo demuestra la imparcial estadística.

DURANTE EL s.XX. LA POBLACIÓN DE RUSIA creció en 76,1 millones de personas. Es decir en más de dos veces. Los científicos han calculado, que la población del país hubiera podido multiplicarse por cuatro en relación con 1900. Pero hubo, sobre todo, 3 “fosos demográficos” que lo impidieron.

El primero de ellos está relacionado con la Primera Guerra Mundial y la Guerra Civil. Durante esos años la población se vio reducida en 3,2 millones de personas. El Poder Soviético pudo restituir las pérdidas de las dos guerras en apenas dos años, y ya para 1925 fue superado el pico del periodo prebélico, en cuanto a población se refiere. En total, en los años de la construcción socialista, previos a la 2ª Guerra Mundial, la población de la RSFSR aumentó en 20 millones.

La segunda fosa demográfica profunda, fue “excavada” durante la Gran Guerra Patria. Además hay que tener en cuenta que la guerra seguía causando nuevas víctimas hasta el año 1950, incluido. El número total de población, que no dejaba de descender durante la década de 1941 a 1950, se estima en 8,6 millones. De ellos, a 2,6 millones la muerte los alcanzó con su huesuda mano, en los cinco años que siguieron a la Gran victoria. Recuperar la población a niveles previos a la contienda sólo se pudo en 1955.

La tercera fosa demográfica es posiblemente la más trágica, ya que resulta imposible encontrar justificación. Fue excavada en años de paz. En ese periodo, de acuerdo con las valoraciones comúnmente aceptadas, ya no se llevaba contra nosotros ninguna “guerra fría”. La restauración del capitalismo “fusila” implacablemente a casi un millón de personas al año. Y así lleva haciéndolo 16 años.

Hoy quedan en la Federación Rusa los mismos habitantes que había en 1984 en la RSFSR. En cuanto a niveles de población, hemos vuelto a cifras anteriores al inicio de la Perestroika. ¿Acaso no es esto simbólico? Y amargo, no en menor medida.

23 años borrados del curso demográfico natural de la historia de Rusia. 23 escalones más abajo. ¿Acaso no es suficiente? Es lo mismo que duró el reinado del zar Nicolás II “el Sangriento”, y que trajo como consecuencia la Gran Revolución Socialista de Octubre.

LA PROPAGANDA DE LA RESTAURACIÓN CAPITALISTA se esfuerza en justificar la agonía del país atribuyéndolo al eco demográfico de la guerra. Es cierto que la invasión del fascismo a la Unión Soviética genera ese eco. Pero atribuirle a él el actual genocidio (un genocidio auténtico, no inventado por astutos y mañosos políticos manipuladores) es imposible.

La primera ola del eco demográfico de la Gran Guerra Patria llegó hasta nosotros en la segunda mitad de los años 60, tras dos décadas, desde la Victoria. Entre 1968 y 1971 el crecimiento de la población cayó casi a la mitad y se quedó en el 0,5% anual. Los cuatro años siguientes, ese indicador no pudo pasar del 0,6%. Luego la curva de crecimiento fue nuevamente hacia arriba y se acerco al 1%.

La segunda ola siempre es más débil, menos perceptible. Pero no se puede ignorar. Es cierto, que medio siglo después del comienzo de la Gran Guerra, es decir en los años 1990-1991, el crecimiento de la población en comparación con los años anteriores, se vio reducido a la mitad, bajando hasta un 0,4% anual.

Pero posteriormente comenzó la extinción. Desde 1994 la cifra total de población del país se ha reducido en 6,7 millones de personas. Las perdidas reales fueron 1,5 veces más, ya que hay que tener en cuenta, que en esos años llegaron a la Federación Rusa más de 3,5 millones de personas, provenientes de los “nuevos estados”.

Por consiguiente, la restauración capitalista ha “fusilado” a no menos de 10 millones de rusos. Eso es más, que las perdidas de población que sufrió Rusia entre 1941 y 1950.

SE DEDUCE, QUE EL CAPITALISMO, IMPUESTO AL PAÍS POR LA FUERZA , no es menos inhumano que el fascismo hitleriano. Se está destruyendo sin compasión el principal recurso del país. En consecuencia, para la salvación de Rusia, ese capitalismo inhumano debe ser vencido de una manera tan decidida e implacable, como nuestros padres y abuelos acabaron con el odiado enemigo, ofreciendo al planeta una Gran Victoria.

En esta lucha actual –la guerra es la guerra-, la selección de los medios viene definida por las circunstancias. Una papeleta electoral, si sabemos utilizarla de modo razonable, puede convertirse en leyenda, al igual que las “katiushas”. Siempre y cuando, claro está, que la potencia de fuego de la papeleta sea respaldada por la ofensiva de todo el pueblo trabajador.

Original publicado en la edición 118 del Pravda con fecha 25 de octubre de 2007


--
Publicado por El Verdugo en el Umbral para De regreso a OKTUBRE el 10/28/2007 03:06:00 PM

domingo, 20 de abril de 2008

Carta al Comité Central del Partido Comunista Soviético


A. Gramsci





Escrito: En en Octubre de 1926.
Digitalización: Aritz, setiembre de 2000.
Edición Digital: Marxists Internet Archive, 2000.




Queridos camaradas:

Los comunistas italianos y todos los trabajadores conscientes de nuestro país han seguido siempre con la mayor atención vuestras discusiones. En vísperas de cada congreso y de cada conferencia del P.C.R. hemos estado siempre seguros de que, a pesar de la aspereza de las polémicas, la unidad del Partido no se hallaba en peligro; aún más, estábamos seguros de que al alcanzar una superior homogeneidad ideológica y orgánica, a través de tales discusiones, el Partido estaría mejor preparado y dotado para superar las múltiples dificultades inherentes al ejercicio del poder en un Estado obrero. Hoy, en vísperas de vuestra XV Conferencia no tenemos la misma seguridad que en el pasado; nos sentimos irresistiblemente angustiados; nos parece que la actual postura del bloque de las oposiciones y la dureza de las polémicas en el P.C. de la URSS exigen la intervención de los partidos hermanos. Es precisamente esta profunda convicción la que nos impulsa a dirigiros esta carta. Podría suceder que el aislamiento en que nuestro Partido se ve forzado a vivir nos haya llevado a exagerar los peligros que se refieren a la situación interna del Partido Comunista de la URSS; en todo caso no son exagerados nuestros juicios sobre las repercusiones internacionales de esta situación y, como internacionalistas, queremos cumplir con nuestro deber.

La situación interna de nuestro partido hermano de la URSS nos parece diferente y mucho más grave que en las precedentes discusiones, porque hoy vemos producirse y verificarse una escisión en el grupo central leninista que ha sido siempre el núcleo dirigente del Partido y de la Internacional. Una escisión de este género, independientemente de los resultados numéricos en las votaciones del Congreso, puede tener las más graves repercusiones, no sólo si la minoría de oposición no acepta con la máxima lealtad los principios fundamentales de la disciplina revolucionaria del Partido, pero también si sobrepasa, en el curso de su lucha, ciertos límites que son superiores a toda la democracia formal.

Una de las más preciosas enseñanzas de Lenin ha sido la de que debemos estudiar mucho los juicios de nuestros enemigos de clase. Pues bien, queridos camaradas, lo cierto es que los periódicos y los hombres de Estado más notables de la burguesía internacional contemplan atentamente este carácter orgánico del conflicto existente en el núcleo fundamental del Partido Comunista de la URSS, cuentan con la escisión de nuestro partido hermano y están convencidos de que la misma llevará a la disgregación y a la lenta agonía de la dictadura proletaria, que esa escisión determinará esa catástrofe de la revolución que no lograron las invasiones y las insurrecciones de los guardias blancos. La misma fría circunspección con que hoy la prensa burguesa trata de analizar los acontecimientos rusos, el hecho de que procure evitar, en lo que le es posible, la violenta demagogia que le caracterizaba en el pasado, son síntomas que deben hacer reflexionar a los camaradas rusos, hacerles más conscientes de su responsabilidad. Hay aún otro motivo por el que la burguesía internacional cuenta con la posible escisión, o con la agravación de la crisis interna del Partido Comunista de la URSS. El Estado obrero existe en rusia ya desde hace nueve años. Es cierto que sólo una pequeña minoría de las clases trabajadoras, e incluso de los mismos partidos comunistas en los otros países, está en condiciones de reconstituir en su conjunto todo el desarrollo de la revolución y de encontrar, incluso en los detalles que constituyen la vida cotidiana del Estado de los Soviets, la continuidad del hilo rojo que conduce hasta la perspectiva general de la construcción del socialismo. Y esto no exclusivamente en aquellos países en que no existe la libertad de reunión y la libertad de prensa ha sido completamente suprimida o está sometida a limitaciones inauditas, como en Italia (donde los tribunales han secuestrado y prohibido la impresión de los libros de Trotsky, Lenin, Stalin, Zinoviev y, últimamente hasta del Manifiesto Comunista), sino también en los países en que aún nuestros partidos tienen la libertad de proporcionar a sus militantes y a la masa en general una documentación suficiente. En esos países, las grandes masas no pueden comprender las discusiones que tienen lugar en el Partido Comunista de la URSS, particularmente cuando alcanzan la violencia actual y afectan no a un aspecto de detalle, sino a todo el conjunto de la línea política del Partido. No sólo las masas trabajadoras en general, sino la misma masa de nuestros partidos ven y quieren ver en la República de los Soviets, y en el Partido que está en el gobierno, una única unidad de combate que actúa en la perspectiva general del socialismo. Y sólo en cuanto las masas occidentales europeas ven a Rusia y al partido ruso desde este punto de vista, aceptan voluntariamente, y como un hecho históricamente necesario, que el Partido Comunista de la URSS sea el partido dirigente de la Internacional, sólo por eso hoy la República de los Soviets y el Partido Comunista de la URSS constituyen un formidable elemento de organización y de propulsión revolucionaria.

Los partidos burgueses y socialdemócratas, por la misma razón, explotan las polémicas internas y los conflictos existentes en el Partido Comunista de la URSS; quieren luchar contra la influencia de la Revolución rusa, contra la unidad revolucionaria que en todo el mundo se está forjando en torno al Partido Comunista de la URSS. Queridos camaradas, es sumamente significativo que en un país como Italia, donde las organizaciones estatales y del partido del fascismo logran aplastar toda manifestación importante de vida autónoma de las grandes masas obreras y campesinas, es significativo que los periódicos fascistas, especialmente en las provincias, estén llenos de artículos, técnicamente bien elaborados para la propaganda, con un mínimo de demagogia y expresiones injuriosas, en los que se busca demostrar, con evidente esfuerzo de objetividad, que en la actualidad, según las mismas manifestaciones de los líderes más conocidos del bloque de la oposición del Partido Comunista de la URSS, el Estado de los Soviets está transformándose, de toda evidencia, en un puro Estado capitalista, y que, por tanto, en el duelo mundial entre fascismo y bolchevismo, el fascismo prevalecerá. Esta campaña, si bien muestra cuán enorme es la simpatía de que goza la República de los Soviets en las grandes masas del pueblo italiano, que en algunas regiones no recibe desde hace seis años más que escasa literatura ilegal del Partido, también muestra que el fascismo, que conoce muy bien la real situación interna italiana, ha aprendido a trabajar con las masas y procura utilizar la postura política del bloque de las oposiciones para romper definitivamente la firme hostilidad de los trabajadores al gobierno de Mussolini y para conseguir, al menos, un estado de ánimo en el que el fascismo aparezca como una ineluctable necesidad histórica, no obstante la crueldad y las calamidades que le son inherentes.

Nosotros creemos que en el marco de la Internacional, nuesto Partido es el que más resiente las repercusiones de la grave situación existente en el Partido Comunista de la URSS. Y no sólo por las razones expuestas que son, digamos, externas, relacionadas con las condiciones generales del desarrollo revolucionario en nuestro país. Sabéis que todos los partidos de la Internacional han heredado, de la vieja socialdemocracia y de las diferentes tradiciones nacionales existentes en cada país (anarquismo, sindicalismo, etc.) una masa de prejuicios y de motivos ideológicos que representan la causa de todas las desviaciones de derecha y de izquierda. En estos últimos años, y particularmente después del V Congreso mundial, nuestros partidos estaban llegando, a través de una dolorosa experiencia, de crisis dolorosas y extenuantes, a una efectiva estabilización leninista, estaban convirtiéndose en verdaderos partidos bolcheviques. Nuestros cuadros proletarios estaban formándose en la base, en las fábricas; los elementos intelectuales estaban siendo sometidos a una rigurosa selección y a la prueba severa y dura del trabajo práctico, en el terreno de la acción. Esta reestructuración se operaba bajo la guía del Partido Comunista de la URSS, en su complejo unitario, y de todos los grandes dirigentes del Partido de la URSS. Pues bien, la agudeza de la actual crisis y la amenaza de escisión, abierta o latente que entraña, paraliza este proceso de desarrollo y de reestructuración de nuestros partidos, cristaliza las desviaciones de derecha e izquierda, retarda una vez más el éxito de la unidad orgánica del Partido mundial de los trabajadores. Y es particularmente sobre este aspecto que consideramos nuestro deber de internacionalistas llamar la atención de los camaradas más responsables del Partido Comunista de la URSS. Camaradas, en estos nueve años de historia mundial habéis sido el elemento organizador y propulsor de las fuerzas revolucionarias de todos los países; la misión que habéis desempeñado no tiene precedentes en toda la historia del género humano que puedan comparársele por su amplitud y profundidad. Pero hoy estáis destruyendo vuestra propia obra, estáis degradando y corréis el riesgo de anular el papel dirigente que el Partido Comunista de la URSS había conquistado bajo el impulso de Lenin; nos parece que la violenta pasión de las cuestiones rusas os hace perder de vista los aspectos internacionales de las propias cuestiones rusas, os hace olvidar que vuestros deberes de militantes rusos pueden y deben ser realizados sólo en el marco de los intereses del proletariado internacional.

El Buró Político del PCI ha estudiado con la máxima prontitud y atención que le eran posible todos los problemas que están hoy en discusión en el Partido Comunista de la URSS. Las cuestiones que hoy se os plantean a vosotros, pueden plantearse ante nosotros mañana. También en nuestro país las masas rurales constituyen la mayoría de la población trabajadora. De otra parte, los problemas inherentes a la hegemonía del proletariado se nos presentarán de forma manifiestamente más compleja y aguda que en la propia Rusia, porque la densidad de la población rural en Italia es enormemente más grande, porque nuestros campesinos cuentan con una riquísima tradición organizativa y han conseguido siempre hacer sentir muy sensiblemente su peso específico de masa en la vida política nacional, porque en nuestro país el aparato organizativo eclesiástico tiene dos mil años de tradición y se ha especializado en la propaganda y en la organización de los campesinos, de modo inigualado en cualquier otro país. Si bien es verdad que nuestra industria está más desarrollada y que el proletariado tiene una notable base material, también es cierto que esta industria no cuenta con materias primas en el país y se halla, en consecuencia, más expuesta a las crisis; por ello el proletariado sólo podrá desempeñar su función dirigente si muestra gran espíritu de sacrificio y se libera plenamente de todo residuo de corporativismo reformista o sindicalista.

Desde este punto de vista realista, y que nosotrso creemos leninista, el Buró Político del PCI ha estudiado vuestras discusiones. Hasta ahora hemos expresado una opinión del partido sólo sobre la cuestión estricta de la disciplina de las fracciones, queriendo atenernos a la recomendación que hicísteis después del XIV Congreso de no trasladar la discusión de vuestros problemas a las secciones de la Internacional. Declaramos en este momento que consideramos fundamentalmente justa la línea política de la mayoría del C.C. del Partido Comunista de la URSS y que en este sentido se pronunciará, evidentemente, la mayoría del partido italiano si fuera necesario abordar la cuestión. No queremos, y lo consideramos innecesario, hacer agotación, propaganda, con vosotros y con los camaradas del bloque de las oposiciones. No haremos una lista de todas las cuestiones particulares, con nuestro juicio al lado de cada una de ellas. Repetimos que nos impresiona que la posición de las oposiciones afecte al conjunto de la línea política del C.C., al corazón mismo de la doctrina leninista y de la actividad política de nuestro Partido de la Unión. Lo que se discute es el principio y la práctica de la hegemonía del proletariado, son las relaciones fundamentales de alianza entre obreros y campesinos lo que se pone en discusión y en peligro, es decir, los pilares del Estado Obrero y de la Revolución. Camaradas, no se ha visto jamás en la historia que una clase dominante, en su conjunto, tenga condiciones de existencia inferiores a las de ciertos elementos y estratos de la clase dominada y supeditada. La historia ha reservado esta inaudita contradicción al proletariado; en esta contradicción residen los mayores peligros para la dictadura del proletariado, particularmente en los países donde el capitalismo no había alcanzado un gran desarrollo y no había logrado unificar las fuerzas productivas. Y es de esta contradicción, que de otra parte aparece también bajo ciertos aspectos en algunos países capitalistas en los que el proletariado ha alcanzado objetivamente una elevada función social, de donde nacen el reformismo y el sindicalismo, el espíritu corporativo y las estratificaciones de la aristocracia obrera. Y sin embargo, el proletariado no puede convertirse en clase dominante si no supera con el sacrificio de los intereses corporativos esta contradicción, no puede mantener su hegemonía y su dictadura si, pese a haberse transformado en clase dominante, no sacrifica sus intereses inmediatos a los intereses generales y permanentes de la clase. En efecto, es fácil hacer demagogia en este particular, fácil insistir en los aspectos negativos de la contradicción: "¿Eres tú el dominador, oh obrero mal vestido y mal alimentado? o ¿el hombre de la NEP, con su abrigo de pieles y todos los bienes de la tierra a su disposición?" También los reformistas, tras una huelga revolucionaria que ha incrementado la cohesión y la disciplina de las masas, pero que ha empobrecido aún más a los trabajadores, dicen: "¿Para qué haber luchado? Ahora quedáis más arruinados y pobres." Es fácil hacer demagogia en este terreno y es difícil no hacerla cuando la cuestión ha sido planteada en los términos del espíritu corporativista y no en los del leninismo, de la doctrina de la hegemonía del proletariado que se sitúa en una determinada posición y no en otra.

Este es para nosotros el elemento esencial de vuestra discusión, donde reside la raíz de los errores del bloque de las oposiciones y el origen de los peligros latentes contenidos en su actividad. En la ideología y en la práctica del bloque de las oposiciones renace toda la tradición de la socialdemocracia y del sindicalismo, tradición que ha impedido, hasta el momento, al proletariado occidental organizarse en clase dirigente.

Únicamente una firme unidad y una firme disciplina en el Partido que gobierna el Estado obrero puede asegurar la hegemonía proletaria en el régimen de NEP, es decir, en el pleno desarrollo de la contradicción que hemos subrayado. Pero la unidad y la disciplina en este caso no pueden ser mecánicas y forzadas; tienen que ser leales y de convencimiento y no la de un destacamento enemigo prisionero o asediado que no piensa más que en la evasión o en la salida por sorpresa.

Esto, queridos camaradas, es lo que hemos querido deciros con espíritu de amigos y hermanos, aunque se trate de hermanos menores. Los camaradas Zinoviev, Trotsky y Kamenev han contribuido, vigorosamente a educarnos para la revolución, nos han corregido, en ocasiones, con energía y severidad; han sido nuestros maestros. A ellos especialmente nos dirigimos en tanto que principales responsables de la actual situación, porque queremos estar seguros de que la mayoría del C.C. de la URSS no se propone aplastarles en la lucha y está dispuesta a evitar medidas extremas. La unidad de nuestro partido hermano de Rusia es necesaria para el desarrollo y el triunfo de las fuerzas revolucionarias mundiales; para ello todo comunista e internacionalista debe estar dispuesto a hacer los máximos sacrificios. Los perjuicios causados por un error del Partido unido son fácilmente superables; los de una escisión o los de una prolongada situación de escisión latente pueden ser irreparables y mortales.

Con saludos comunistas,

El Buró Político del PCI.


sábado, 19 de abril de 2008

Automóviles Soviéticos

Fuertes, estéticos, confiables, populares y competitivos. Los autos soviéticos transportaron al proletariado por la extensa superficie de la URSS. No quedó un solo rincón sin rodar. Aquí, publicamos algunas imágenes a modo de homenaje de aquella gloriosa industria proletaria.

martes, 15 de abril de 2008

Sobre el realismo socialista




por Bertolt Brecht
(1954)

El concepto de realismo socialista no es algo que debiera sacarse de las obras y estilos existentes. El criterio no debería ser si una obra o una descripción se parecen a otras obras y otras descripciones que se incluyen en el realismo socialista, sino si es socialista y realista.

1. El arte realista es arte combativo. Lucha contra visiones erróneas de la realidad e impulsos que se oponen a los intereses reales de la humanidad. Hace posibles formas correctas de pensar y potencia los impulsos productivos.

2. Los artistas realistas enfatizan lo sensitivo, lo "terrenal", lo típico, entendido en sentido amplio (lo importante en términos históricos).

3. Los artistas realistas hacen hincapié en el momento de formación y extinción. En todas sus obras piensan históricamente.

4. Los artistas realistas muestran sus contradicciones entre el ser humano y sus relaciones, y muestran las condiciones bajo las cuales aquellas se desarrollan.

5. Los artistas realistas están interesados en las transformaciones que se dan en las personas y en las circunstancias, tanto en los cambios constantes como en los repentinos, en que se convierten los constantes.

6. Los artistas realistas reflejan el poder de las ideas y el fundamento material de las ideas.

7. Los artistas del realismo socialista son humanos, es decir, filantrópicos, y muestran las relaciones entre las personas de tal manera que se fortalecen los impulsos socialistas. Se fortalecen mediante análisis útiles de la maquinaria social y por el hecho de que los impulsos se convierten en disfrute.

8. Los artistas del realismo socialista no sólo tienen una visión realista de sus temas, sino también de su público.

9. Los artistas del realismo socialista tienen en cuenta el grado de formación y la pertenencia social de su público, así como el estado de la lucha de clases.

10. Los artistas del realismo socialista tratan la realidad desde el punto de vista de la población trabajadora y de los intelectuales aliados con ella y que están a favor del socialismo.

Texto presente en el libro: "Crítica, tendencia y propaganda"



--
Publicado por El Verdugo en el Umbral para De regreso a OKTUBRE el 3/01/2008 09:06:00 AM

domingo, 13 de abril de 2008

Yuri Gagarin, Biografía de un Verdugo en el umbral del universo


12 de Abril Día de la Cosmonautica.

El Socialisma abre las puertas del cosmos para la humanidad
Con un vuelo orbital de menos de dos horas, el cosmonauta soviético Yuri Gagarin abrió la era de las misiones espaciales tripuladas. Fue el primer hombre que conquistó el cielo.
Antes del exitoso viaje de Gagarin, se desarrollaron otras misiones que permitieron finalmente que el hombre pudiera subsistir en un medio desconocido, el Espacio Exterior. Con el éxito del Sputnik 1, el primer satélite soviético puesto en órbita, la imagen de la Unión Soviética había experimentado un salto cualitativo gracias a la demostración tecnológica. La vía a seguir, por tanto, era evidente.

A diferencia de los estadounidenses, los soviéticos plantearon rápidamente una serie de campos de trabajo en los que era posible realizar primicias. Después del Sputnik 1, lanzaron el Sputnik 2, con la perra Laika a bordo, dando a entender que el próximo objetivo sería el envío de seres humanos al espacio.

De la misma manera, se trabajaría en cohetes más potentes que permitieran visitar la Luna y los planetas más próximos, y se pondría en marcha un programa militar de alta prioridad.
Por supuesto, en una época tan pionera, habría fracasos durante los lanzamientos, pero ninguno sería anunciado al mundo. Una de las metas del programa espacial era obtener beneficios propagandísticos y reconocer errores sería contraproducente. Así, la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas dio a entender durante años que su serie de lanzamientos era perfecta, algo que ni los más despistados analistas podían creerse.

Mientras los Estados Unidos creaban en 1958 la NASA, un organismo civil, los soviéticos no lo harían hasta décadas después. Todas las actividades espaciales eran controladas por las fuerzas militares del gobierno y la identidad del ingeniero-jefe, Sergei Korolev, por supuesto, permanecía en secreto.

Por fin, el 12 de abril de 1961, el ciudadano soviético Yuri Gagarin, de 27 años, protagonizó el primer vuelo al cosmos, un acontecimiento histórico.

En aquella época, la gente sabía poco del cosmos y del riesgo que aquel vuelo implicaba para el cosmonauta. Gagarin hizo un salto al precipicio, a un espacio infinito, vacío, falto de vida y lleno de radiaciones mortíferas. La ingravidez. ¿Qué pasaría con la circulación sanguínea? ¿No quedaría afectado el cerebro a causa de esta sensación poco común y no dejaría de funcionar normalmente? ¿Y la alta velocidad a la que tenía que sobrevolar el planeta? ¿Qué efecto tendrá para el estado físico de la persona? En aquel entonces, todo ello era un enigma. El lanzamiento, que suponía quemar cientos de toneladas de combustible detonante, encerraba un grave peligro.
Todo el vuelo era un enorme riesgo, cuyo precio era la vida. Gagarin lo corrió en aras de la gloria nacional, para que la humanidad avanzara por el camino del progreso y en fin, para visitar el espacio e informar de ello a los habitantes de la Tierra. Y tuvo buena suerte. Pudo contarle al mundo sobre esta gran proeza.

Hijo de un carpintero, Yuri Alekseyevitch Gagarin había nacido en 1934, en una aldea campesina situada a 160 kilómetros de Moscú. Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis expulsaron a su familia de su hogar y se llevaron a dos de sus hermanas.

La familia se trasladó a Gziatsk, donde Yuri presenció el aterrizaje forzoso de un caza soviético abatido por los alemanes. Al pequeño campesino, le impresionaron las medallas que cubrían las pecheras de los aviadores que bajaron del aparato. Entendió inmediatamente el precio que habían tenido que pagar por las condecoraciones militares. Yuri y muchos otros niños deseaban ser valientes y atractivos pilotos. Él pudo cumplir su sueño infantil.

Antes de graduarse de un instituto técnico con una especialidad en metalmecánica, ingresó a la Escuela de Aeronáutica, donde hizo su primer vuelo en solitario en 1955. Después de ese día, lo suyo serían las alturas.

Logró graduarse como piloto en la Academia Militar de Aviación de Orenburgo y entró como Teniente en la Fuerza Aérea Soviética. Después de pilotear aviones de guerra, el joven piloto decidió aspirar a lo más alto: se presentó como candidato a cosmonauta.

Afiliado al partido comunista, ya era Comandante cuando fue considerado como uno de los pilotos de pruebas más destacados de la Unión Soviética y por su condición de hijo de trabajador, que aspiraba a conseguir el máximo sacrificio al servicio de su país, por lo que pasó a formar parte del grupo de seleccionados para las pruebas de cosmonautas, entrenándose en el mayor de los secretos.

Al ser admitido en el programa, se mudó, con su esposa y su hija, a la Ciudad de las Estrellas, a las afueras de Moscú, para someterse a un duro entrenamiento. Su premio fue la gloria.
Washington no se había repuesto del mazazo que supuso el lanzamiento cuatro años antes del Sputnik 1, cuando en la madrugada del 12 de abril de 1961, Yuri Gagarin se dirigía hacia el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, para tripular el Vostok 1, en el primer vuelo espacial realizado por el hombre.

Durante el trayecto, el autobús en el que viajaba hizo una parada no programada. Gagarin, ya con el traje espacial, tenía ganas de orinar. Lo hizo en una de las ruedas del vehículo y, desde entonces, todos los cosmonautas cumplen religiosamente con ese ritual antes de despegar.
No fue ése, sin embargo, el último imprevisto. Minutos antes del lanzamiento, los técnicos comprobaron con estupor que el casco de Gagarin era blanco. Totalmente blanco. Faltaban las siglas de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas. Por fortuna, dieron con un bote de pintura y solventaron el problema, tras lo cual el cosmonauta se acomodó en la nave Vostok 1, cuyo habitáculo tenía apenas 2.3 metros de diámetro.

A las 7:30 horas, la nave se elevó impulsada por un cohete A-1, una versión modificada del que había puesto en órbita al primer satélite artificial, con una potencia de veinte millones de caballos de fuerza y Gagarin sintió cómo su peso se quintuplicaba.

Poco después, en su asiento, sin control sobre la Vostok 1, ya que la nave era automática y en ingravidez, Gagarin se asomó a la ventanilla de la cápsula. "Veo la Tierra. ¡Es tan hermosa!", fueron las primeras palabras emitidas por un hombre desde el espacio.

El cosmonauta observó lo que ningún otro ser humano había visto a distancia: nuestro planeta. "El cielo se mira muy, muy oscuro y la Tierra tiene un tono azul", atinó a comentar. "Desde las alturas del cosmos, la Tierra se ve nítidamente, se distinguen las islas y la costa, y claramente las montañas."

Mientras el cosmonauta disfrutaba de las vistas y cantaba la composición de Shostakovich 'La Madre Patria Está Escuchando', la agencia de noticias TASS hizo pública la hazaña.
Yuri Gagarin pasó a la historia por ser el primer hombre que dio la vuelta a la órbita de la tierra, en 1 hora y 48 minutos, a una velocidad de 28,000 Kilómetros por hora.

Tras 96 minutos de recorrido orbital, con apogeo de 327 y perigeo de 175 Kilómetros de altura, la Vostok 1 emprendió el regreso. Era un momento crítico. En dos de los cinco ensayos, los cohetes que debían frenarla para sacarla de órbita no se habían encendido.

Esta vez todo fue bien. "La cápsula se puso al rojo. Vi el resplandor de las llamas rugiendo alrededor de la nave. Estaba en una bola de fuego que se precipitaba hacia abajo", recordaría Gagarin. El cosmonauta la abandonó en el aire y llegó al suelo en paracaídas, 108 minutos después de partir de Baikonur.

"No tengan miedo. Soy uno de los nuestros. Soy un soviético que ha descendido del espacio y tengo que encontrar un teléfono para llamar a Moscú". El primer cosmonauta intentó así tranquilizar a su improvisado comité de bienvenida. Eran dos campesinas de las inmediaciones de la ciudad de Engels, atónitas ante la súbita aparición, a orillas del río Volga, de un paracaidista ataviado con una escafandra. Gagarin acababa de entrar en la Historia.

Poco después, los equipos de rescate dieron con el pionero. TASS confirmó el éxito de la misión. Y las autoridades rusas pudieron olvidarse de los otros dos comunicados de prensa preparados: en uno anunciaban que la nave se había estrellado sin alcanzar la órbita terrestre y pedían ayuda para la búsqueda de Gagarin; en otro, notificaban al mundo la muerte del cosmonauta.

El líder soviético de aquella época, Nikita Kruschov, estuvo ese día en un balneario de la costa del Mar Negro, redactando el informe para el congreso del partido, el cual le salía mal. Pensaba en lo que les esperaba: triunfo o derrota, júbilo general o melodías de marchas fúnebres. Y de pronto, hubo una llamada largamente esperada y se oyó la entusiasmada voz de Koroliov, primer diseñador del cohete que puso en órbita a Yuri Gagarin y director del vuelo: "¡Está vivo!".
Luego, el primer mandatario sostuvo una conferencia telefónica con el ministro de Defensa. Hacía falta no sólo concederle el título de Héroe de la Unión Soviética a Gagarin, sino también inventar algún título extraordinario, fantaseaba Krushov. De esta forma nació el título de "Piloto-Cosmonauta de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas".

Se le dio a Gagarin una recepción especial. El júbilo tan esperado se hizo realidad. "Rusia ha puesto a un hombre en órbita", decían los periódicos soviéticos al día siguiente del magno acontecimiento.

Para la mayoría de los ciudadanos soviéticos, este vuelo espacial significaba la trascendencia de lo común y ordinario, símbolo de la materialización de un sueño. La gente empezó a pensar en que si era posible volar al espacio, también era posible construir una sociedad justa y próspera.
Desde luego que los caudillos comunistas aprovecharon este triunfo en el cosmos con fines propagandísticos y al vuelo de Gagarin se le añadieron muchos elementos ridículos, ideológicos y absurdos. Pero en el alma del pueblo siguen vivos hasta ahora los recuerdos de aquel vuelo primaveral que infundió tantas esperanzas. Eran los años de gloria de la ya desaparecida Unión Soviética.

Yuri Gagarin, convertido de súbito en la figura más popular de su país, viajó alrededor del mundo como encarnación del poderío soviético y en todos los países fue recibido como un héroe. .Pero no volvió a salir al espacio. Moscú no quería correr riesgos con un símbolo que se preguntaba tras tocar el cielo: "¿Dónde está Dios? ¡No le he visto!".
Su hazaña marcó el inicio de la carrera espacial tripulada, tanto de soviéticos como de estadounidenses. Aún así, Gagarin disfrutó poco de la fama.



Fotografía en la cual Yuri Gagarin es recibido en la URSS, se aprecia cómo los
soviéticos celebran su hazaña realizada en el espacio exterior.


Sin embargo, un percance fatal segó lo que se perfilaba como una carrera espacial prometedora. En 1968, mientras entrenaba para una nueva misión, Gagarin sufrió un accidente cuando el MiG-15 en que viajaba junto con el instructor Vladimir Seregin, se estrelló por causas inciertas. La torre de control perdió comunicación con la aeronave y pasaron varias horas antes de que trascendiera la tragedia. Gagarin, entonces de 34 años, fue enterrado como un héroe contiguo a una de las paredes del Kremlin. Lo sobrevivieron su esposa Valya y sus dos hijas, Dalya y Lena.
Las palabras que pronunció poco después de regresar a la Tierra resonaron por largo tiempo: ¿Estoy inmensamente feliz de que mi querida patria lograra hacer este vuelo antes que ninguna otra nación. Fuimos los primeros en salir al Espacio?.

Desde entonces, en Rusia, el 12 de abril se celebra el "Día de la Cosmonáutica". En su honor se le dio su nombre a un cráter situado en la cara oculta de la Luna.

El primer vuelo espacial constituyó la cúspide de la transición hacia la civilización post-industrial. En aquella época, Gagarin se convirtió en un símbolo del progreso técnico y científico de la Humanidad y su nombre quedó inscrito para siempre en la historia de nuestro mundo.

Como dato curioso, le diré que cuando nos referimos a un cosmonauta, se trata de un soviético o ruso y cuando hablamos de un astronauta, se trata de un estadounidense. Esto después se ha aplicado a ciudadanos de otros países, según viajen con unos u otros.

viernes, 11 de abril de 2008

Los restauradores del capitalismo nos robaron 20 años

Fuente: http://spanish.communist.ru/

11.03.2006

En febrero de 2006 se cumplen los aniversarios de dos congresos del PCUS, que le imprimieron un golpe irreparable al socialismo en la URSS: se cumplen 50 años del XX congreso celebrado en 1956 y 20 años del XXVII congreso celebrado en 1986.
Sobre el ХХ congreso seha escrito más que suficiente. Sin embargo, sobre el XXVII congreso, de cuyo inicio se cumplen 20 años el 25 de febreroя, nadie recuerda nada. Y precisamente con este congreso se inició la política de destrucción del sistema socialista en nuestro país.

Les ofrecemos un artículo que refleja esta historia.

El XXVII congreso del PCUS tuvo lugar del 25 de febrero al 6 de marzo de 1986. Durante el período transcurrido desde el congreso anterior tres personas ocuparon el cargo de secretario general; y precisamente en este período se produce la orientación del curso del país hacia la „perestroika“. Este congreso fue el hecho que señaló el estado en que se encontraba el partido y determinó su ulterior desarrollo.

La preparación. Sobre las cirscunstancias de la preparación del informe del Comité Central del PCUS a este congreso, V. Medvedev, colaborador de Gorbachov, relató:
„Todo el año, desdela celebración de los Plenos del CC de marzo y abril, hasta finales de febrero de 1985, se puede decir que fue el período de preparación del XXVII congreso del PCUS. Se cristalizaban las principales ideas y direcciones de la política del partido. Muchas de estas ideas se «ponían en prática» y se probaron en la vida social.

Los impulsos y potencialidades principales en el trabajo partían del propio Gorbachov. La tarea de las personas que le ayudaban consistía, de acuerdo a las posibilidades, en analisar las ideas teóricas, políticas e ideológicas, en correspondencia al sentido de los cambios sociales que se iban sucediendo, y en darle a estas la forma adecuada de conclusiones y resoluciones políticas, que al mismo tiempo no limitasen la actividad política en marcos rígidos «de aquí hasta aquí», sino que abriesen espacio a la creatividad político-social. Este fue un proceso en el que predominó precisamente la creatividad y la búsqueda constantes.

Se determinó una tecnología de trabajo. Primeramente el Secretario general invitaba a su despacho a tres o cuatro de nosotros – Yákovlev, Boldín, Bikkenin, a mi, a Lukianov, y posteriormente a este grupo se integraban también sus ayudantes — Frolov, Shajnazarov, Cherniayev, para intercambiar criterios sobre aspectos conceptuales y la elaboración de métodos. Se conformaba el estenograma de cada concepción, se determinaba el plan del informe, la composición de quienes lo iban a „elaborar“, a quién darle las tareas que iban surgiendo, etc.

La preparación de los materiales iniciales para la conformación del informe al congreso, se efectuó en un período de tiempo sumamente corto, en el transcurso de alrededor de un mes, no más. En diciembre de 1985. El capítulo internacional del informe, dedicado al desarrollo mundial y a la política extrior, y el capítulo dedicado a la ideología, recayeron en la responsabilidad de Yákovlev; los capítulos económico y social, en mi y Boldín; los problemas de la democratización de la sociedad y de la profundización de la autodirección socialista del pueblo, en Lukianov; en la preparación del capitulo sobre el partido trabajaron inicialmente los compañeros del Departamento de organización, y más adelante trabjamos conjuntamente sobre él. Del capítulo concerniente a la nueva redacción del Programa del partido, me encargué yo. Boldín no tomaba parte activa en las discusiones, pero cuando se inmiscuía, casi siempre asumía la posición de Yákovlev.

El informe se constituyó en la fundamentación detallada del nuevo curso político del partido. La fórmula de aceleración, ya en el congreso, se nutrió de una nueva composición, cuya concepción se fundamentaba en la transformación, en la „perestroika“ de la sociedad. No por casualidad Gorbachov en las conclusiones del congreso dijo: «La aceleración y la transformación radical en todas las esferas de nuestra vida, no son un sencillo lema, sino el curso por el que el partido avanzará decidido y consecuentemente». El propio término «perestroika» fue empleado en el congreso solo en relación al trabajo del partido y con los cuadros. Pero realmente la concepción consistía en emplearlo en todas las principales esferas de la vida de nuestra sociedad“.

O sea, como se ve, la palabra „perestroik“ en aquellos tiempos aun no se mencionaba abiertamente en calidad de lema. Con la palabra „aceleración“, los partidarios de Gorbachov comenzaron a cambiar los conceptos: en el lugar de la creación forzada de la base técnico-material del comunismoвместо, empezaron a implementar el término „transformación de la sociedad“, o sea, a efectuar experimentos que se convirtieron en el inicio de la destrucción de la sociedad.

El informe de Gorbachov. En el transcurso de los congresos se emplea el siguiente recurso burocrático. Se conoce, que el congreso aprueba resoluciones de obligatorio cumplimiento. Pero durante el proceso de aprobación de estas resoluciones, las mismas se discuten, se estudian y corrigen, y por tanto, colar algun que otro aspecto de dudosa naturaleza en las resoluciones de los congresos, es cosa sumamente difícil de lograr por quienes lo intentan. Para esta ocación los burócratas tienen una vía picarosa: al inicio del congreso el jefe lee el informe central, en el cual se recogen muchos aspectos, en el informe se redactan las frases de manera conveniente, y al final se aprueba por decisión d eos delegados all congreso: „guiarse en la práctica por las instrucciones del informe central“.

Precisamente Gorbachov, en su informe central al XXVII congreso del PCUS, empleó esta vía para formular y obligar al partido a guiarse por sus indicaciones acerca de la amistad con el imperialismo norteamericano, de la „glasnost“, de las „reformas de mercado“, etc. Incluso en ocaciones cuando se lee el informe, al lector le puede surgir la interrogante: ¿realmente Gorbachov era débil de inteligencia y no entendía lo que él mismo decía, o aprovechó picarosamente la oportunidad para imponer sus ideas?. Veamos pues, como él fundamentaba la necesidad de la amistad con el imperialismo norteamericano:

„El presidente norteamericano en una ocación dijo, que si nuestro planeta se viese amenazado por una invasión de marcianos, la URSS y los EEUU encontrarían muy rápido la forma de aliarse. ¿Pero acaso la amenaza de una catástrofe nuclear no es un peligro de mucha mayor fuerza para la tierra, que una posible invasión de marcianos?“ (materiales del XXVII congreso del PCUS, pág.19). Da mucha risa no solo el hecho de que Gorbachov, para fundamentar su „nuevo pensamiento“, no pudo encontrar otro ejemplo menos fantástico que el de la invasión de marcianos, sino también que, como es conocido, la civilización podrá efectuar vuelos entre las estrellas, solo tras haber logrado arribar a la fase superior de desarrollo del comunismo. ¿Contra quién entonces se unieron Gorbachov y Reigan?

Como quiera que las opiniones no coinciden, el XXVII congreso del PCUS no fue el primero en que se empleó la crítica y la autocrítica duras; hasta en los periodos de profundo „estancamiento“ se criticaba a cualquier órgano del partido. Pero hubo aspectos en este congreso, que sucedieron por primera vez. En el XXVII congreso se reconoció por primera vez el incumplimiento de los planes quinquenales. Pero Gorbachov, en vez de autocriticarse por el mal trabajo desarrollado, en calidad de camuflaje, para evadir la responsabilidad al igual que lo hicieron sus antecesores, expone cifras que no reflejan el período de su actividad al frente de la dirección del país y el partido, sino que habla de los logros alcanzados durante un largo perído de tiempo y expone conclusiones muy dudosas:

„En un cuarto de siglo después de ser aprobado el tercer programa del PCUS, la URSS logró grandes avances. Los principales fondos de producción de la economía nacional se incrementaron en siete veces. Se construyeron miles de empresas, se crearon nuevs rmas de la economía. El ingreso nacional creció casi 4 veces, la producción industrial – 5 veces, la producción agrícola –1,7 veces. Si antes de la guerra y en los primeros años después de esta, parecía que era imposible alcanzar el nivel de la economía de los EEUU, ya en los años 70 el nivel de nuestro potencial económico y científico-técnico se acercó ostensiblemente al de este país, y en la producción de algunos tipos de productos muy importantes los sobrepasamos. En un cuarto de siglo losingresos reales de la población crecieron en 2,6 veces, los fondos de consumo social – en más de 5 veces. Se construyeron 54 millons de viviendas…

Al mismo tiempo, en los años 70 en la economía nacional surgieron serias dificultades, disminuyó la dinámica de crecimiento de la economía. Como resultado de ello, no se cumplieron las tareas de desarrollo de la economía trazadas en las resoluciones del Programa del PCUS, incluso tareas de menor grado a las logradas en los quinquenios 9 y 10“.

Recordemos que los planes de los quinquenios 9 y 10 se fundamentaban en el pograma e la construción del comunismo. Parecía que ya era la hora de recordar la necesidad de trabajar de manera activa y cumplir con este programa. Sin embargo, Gorbachov lo que hace es cambiar el curso de las manesillas del reloj:
„De todo esto compañeros, tenemos que sacar las más serias conclusiones.
A la primera de ellas se le puede llamar la enseñanza de la verdad. Un análisis responsable del pasdo limpia el camino a seguir en el futuro, la verdad a la media, que esquiva vergonzosamente los ángulos filosos, nos impide trazarnos una política real, frena nuestro desarrollo. Precisamnte por esto en la nueva redacción del Programa del partido, el Comité Central decidió reflejar una vez más los procesos negativos surgidos en los años 70 e inicio de los 80.

Otra enseñanza se refiere al espíriru de constancia y decisión que hay que imprimir en la práctica… Cuando iniciemos las transformaciones, no podemos limitarnos a medidas a la media“.

O sea, como vemos, Gorbachov habla sobre defectos reales no para subsanar los mismos, no para activizar el movimiento hacia el comunismo, sino todo lo contrario, él habla sobre estos defectos para justificar sus nuevas ideas – la „glasnost“ y las „reformas económicas“.

Sobre estas „reformas“ en el informe se habla sobre la „introducción de nuevos métodos de dirección y gestión“, que no se pueden „limitar a mejoras parciales, pues es necesaria una reforma radical“. Esta reforma radical en el informe de Gorbachov se refleja como „pasar al empleo de métodos económicos de dirección en todos los niveles de la economía nacional“, „haciendo incapié en la introducción de métodos económicos y de gestión“. Esta tesis es simplemente absurda, pues en ella el término „economía“ significa tácitamente „dirección de la economía“, es por ello que cualquier método de dirección se implementa en ella, como económico. Realmente „métodos económicos“ Gorbachov llama al fortalecimiento del papel de las relaciones financiero-marcantiles: „ampliar decididamente las fronteras de autodeterminación de las empresas“, „incrementar ostenciblemente el papel del cálculo ecnómico“, la „perestroika del sistema de precios“, etc. „Es hora de superar el prejuicio relacionado a las relaciones financiero-mercantiles“ – así de claro señaló Gorbachov. Más adelante, en el marco de las „reformas económicas radicales“, Gorbachov plantea los fundamentos de como socavar los principios de la economía socialista: „Necesitamos que el monto del fondo del salario de las empresas, esté directamente ligado a los ingresos por la venta de su produción“, desechar „la inservible práctica de redistribución de los ingresos, cuando las pérdidas de las empresas, de los ministerios y regiones de la saga, se cubren a cuenta de los que trabajan con eficientemente“, „es muy importante llevar a vías de efecto el principio, según el cual las empresas responden totalmente por la eficiencia de su trabajo, y el estado no carga con las responsabilidades de estas“. No se puede ni decir qué es lo que más hay detrás de estas palabras – ¿cálculo cínico de la destrución de la economía socialista, o simplemente un desentendimiento total de su contenido, ligado a un deseo infantilón de „experimentar?“.

Otras de las innovaciones económicas recogidas en el informe de Gorbachov. En el capítulo sobre el progreso científico-técnico por primera vez se empleba el término burgués „inversiones“; se habla sobre una mayor efectividad económica de las pequeñas (lee – privadas) empresas en comparación con las grandes empresas estatales; incluso se pone el ejemplo de una empresa en la que creció la productividad del trabajo y en vez de acortar la jornada laboral, despidió a 12 000 obreros.

De esta forma, detrás de las bellas palabras sobre el perfeccionamiento del sistema de la economía, el informe de Gorbachov al XXVII congreso del PCUS constituyó el inicio del lanzamiento a las masas de ideas, que preparaban el terreno para la restauración del capitalismo.

El programa: la negación a construir el comunismo. Gorbachov reconoció directamente: „La tesis sobre el socialismo desarrollado siempre la entendimos como una reacción de fáciles imaginaciones sobre las vías y fechas para el cumplimiento de la tarea de la construcción del comunismo“. O sea, cuando la idea del „socialismo desarrollado“ ya había jugado su papel desbastador, fue cuando se pudo hablar sobre su verdadaero significado (así fue como se recoge en la nueva historia: hoy la burguesía rusa en el poder le permiten al pueblo conocer sobre el alcoholismo de Yelsin, sobre el carácter estafador de la privatización , sobrela caja de las elecciones de 1996, sobre quién y con qué objetivo hicieron explotar por los aires los edificios de vivienda en Moscú, sobre quién pagó a Dorienko para que este arremetiese contra Luzhkov . Pero cuando todas estos hechos negras suceden, ya no se pueden revolver).

Otros aspectos interesantes del informe de Gorbachov sobre el programa del partido:
„Sobre el problema de la detalización de los aspectos del programa se han vertido distintos criterios… En una serie de cartas se propone determinar con mayor exactitud la cronología de los periodos, por los queatravesará la sociedad soviética en su camino hacia el comunismo… El programa ha de ser elaborado sobre bases estrictamente científicas y no prometer de más… Lenin llamó siempre al máximo realismo. Con respecto a los marcos cronológicos de logro de los objetivos del programa, su determinación no quedó demostrada. Hoy solo se puede decir que el cumplimiento del actual Programa se sale de los marcos cronológicos del actual siglo“. Otro paso burocrático muy original: relacionado a las fechas de la construcción del comunismo (como mismo ahora las fechas de la revolución), los opotunistas opinan que estas fechas no se pueden determinar, ni fijar. Sin embargo, ellos siempre están dispuestos a declarar que en el período visible no habrá ni revoluciones, ni comunismo).La única razón que tuvo el canalla de Gorbachov, fue que el cumplimiento del programa de la construcción del comunismo realmente, no sin los esfuerzos de él, se salió de los marcos del siglo XX.

El capítulo correspondiente al programa del PCUS se formuló así:
„Tras aprobar el tercer Programa en el XXII congreso del PCUS celebrado en 1961, el partido desplegó un trabajo a gran escala en todas las direcciones de la construcción del comunismo. La sociedad soviética alcanzó grandes logros, … el país se introdujo en la etapa del socialismo desarrollado… El tiempo que transcurrió tras la aprobación del tercer Programa, demostró que las concepciones teóricas y políticas de este, eran correctas. Al mismo tiempo, el pensamiento científico y la experiencia acumulados, dan la posibilidad de determinar con presición las perspectivas del desarrollo dela sociedad soviética, así como las vías y los medios para lograr el objetivo final – el comunismo“.

Lo interesante aquí es que los partidarios de Gorbachov no rechazan las ideas del „socialismo desarrollado“, todo lo contrario, ellos las inscribieron en el mismo nivel que la Revolución de Octubre. Después fue que los partidarios de Gorbachov comenzaron a reirse de las ideas del „socialismo desarrollado“.
En el capítulo del programa correspondiente al comunismo, abundan los sellos oportunistas: „Entre ellos [socialismo y comunismo] no hay una profunda diferencia… El PCUS no se plantea como objetivo anticipar en cada detalle las características del comunismo…. Todos los intentos de correr adelante están sujetos al fracaso…“ , etc. Es característico que el principal principio del comunismo en la redacción del programa de Gorbachov, está redactado así: „de cada cual según su capacidad, a cada cual según sus necesidades“, a pesar de que la frase „de cada cual según su capacidad…“ se refiere al socialismo; el principio de la fase superior del comunismo declara que: „cada cual según su capacidad, a cada cual según sus necesidades“. Este es un asunto de principios, por medio del cual se supone que el comunismo no permite imponer el trabajo.

En el Pograma del PCUSВ se incluyeron también las innovaciones ecnómicas de Gorbachov: „emplear con mayor amplitud las relaciones financiero-mercantiles“, „traslado de las empresas al cálculo económico total, fortaleciendo al mimo tiempo los mecanismos económicos“, „amplio desarrollo de la construción cooperativa e individual“, etc.

El plan del quinquenio No. 12: intento de reanimar el curso dirigido al comunismo.
Además de la aprobación del informe de Gorbachov y de las nuevas redacciones del programa y del reglamento del partido, el Congreso por tradición escuchó el informe del primer ministro de la URSS (que en esos momentos era N. Rizhkov) sobre el plan de desarrollo de la economía para el siguiente quienquenio No.12. En su discurso se destacan dos aspectos interesantes.

En primer lugar, entre las líneas del informe de Rizhkov se puede leer claramente, que él no está de acuerdo con las ideas de Gorbachov sobre el cambio del curso de la construcción del comunismo, y que en la dirección del gobierno él tiene la intención de continuar la orientación comunista. En el informe se plasmban los siguientes aspectos: „en 15 años será creado un potencial económico, practicamnte de igual magnitud al acumulado en todos los años de poder soviético, se dará un paso gigante en la creación de la base técnico-material del comunismo“. En calidad de idea orientadora e citan las palabras de Lenin: „para construir el comunismo es necesario poner en funcionamiento la técnic y, la ciencia“ (Lenin, Obras Completas, t.40, pág. 253). Poner en funcionamiento la ciencia y la técnica, significa acelerar el progreso científico-técnico en direcciones que requieren prioridad“. En calidad de crítica a la idea e Gorbachov sobre „fortalecimiento de la independencia de las empresas“, Rizhkov en su informe citó las palabras de Lenin „para que el trabajador se sienta no solo dueño de su fábrica, sino y también representante de su país, para que él se sienta responsable“. Contra la idea de Gorbachov de detruir la economía socialista, Rizhkov propuso „сontinuar con mayor decisión por el camino de la formación de grandes complejos intraramales, que garanticen el funcionamiento de la especialización y cooperación con efectividad, libres de las divisiones ministeriales“. No obstante, Rizhkov, por tradición burocrática, criticó las innovaciones de Gorbachov y defendió los principios del comunismo con un lenguaje tan débil, que no lo entendieron ni aquellos que bien podían apoyarlo. Rizhkov estimó que si sus ideas de alguna manera se incluían en el programa, se podría trabajar apoyadas en las mismas. Sin embargo, a Rizhkov no tuvo suficiente valor para defender sus ideas. Así pasa con frecuencia en los círulos burocráticos.

En segundo lugar, el informe refleja el estado de desarrollo de las fuerzas productivas en la URSS en aquel período. Por ejemplo, en cuanto a la dirección más avanzada del desarrollo energético – la energía atómica: „Al finalizar el quinquenio,dentro de todo el volumen de energía que se producira en el país, el peso específico de la energía que se producirá en las estaciones atómicas casi se duplicará y alcanzará la cifra de más del 20%“. En el plan para el quinquenio 12 se proponía „resolver los problemas científico-técnicos, ligados a la creación de bloques energéticos con capacidad para 1500000 kw con reactores que funcionen en base a neutrones térmicos; y 1600000 kw con reactores que funcionen en base a neutrones acelerados.“ Se proponía en la RSSFR — „culminar la construcción de las EEA de Kalininskii y Smolenskii, poner en funcionamiento las nuevas capacidades en las EEA de Кursk, Balakovsk, Татаrskii, Rostov, Gorkii y Voronezh; iniciar la construcción de la EEA de Kostromskii, Volgogrado, Krasnodarsk, el tercer bloque de la EEA de Kolskii. En los Urales poner en funcionamiento las nuevas capacidades de las EEA de Bashkiria, Ural del sur y , Beloyarskii“. En otras repúblicas se proponía: „culminar la construcción delas EEA de Chernóbil y Zaparozhiets, poner en funcionamiento las nuevas capacidades en las EEA de Jmelnitskii, Rovno, Ural del sur, Crimea y Odesa, iniciar la construcción de las EEA de Járkov y Georgia, poner en funcionamiento la EEA de Ignalinskii 5, iniciar la construcción del segundo bloque de la EEA de Armenia“. La mayor parte de estos proyectos quedaron en el papel. Solo ahora, a inicios del siglo 21, Rosatom planifica nuevamente culminar la construcción de estas EEA, pero en variantes de menor capacidad. El programa iniciado sobre „la concentración de los recursos en las principales direcciones del progreso científico-técnico – el desarrollo de la electrónica, de la energía atómica, de la automatización“, practicamente coincide palabra por palabra con los materiales de nuestro programa „¿De dónde coger dinero para la ciencia?“, editado a finales de 2004. O sea, que lo que nosotros planificamos y exigimos solo ahora, el gobierno soviético lo planificó en aquel entonces. Sin lugar a dudas, los restauradores del capitalismo nos robaron 20 años de vida.

Elección de los órganos de dirección. El XXII congreso del PCUS culminó, como se supone, eligiendo los órganos de dirección del PCUS. El listado de miembros al CC del PCUS impresiona. Además del famoso trío „Gorbchov-Yáklovev-Shevarnadtse
“, entre los que pasaron a la dirección de los diferentes órganos del PCUS, habían otras personas que posteriormente han sido muy conocidas porque ocuparon altos cargos en los diferentes „estados independientes„ de la UEI: Аlíev G., Bakaton V., Bobkov F., Yelhtsin B., Kuptsov V., Nazarbáyev N., Niyázov S. (actual „Тurkmenbashi“), Siláyev I., Stróyev Е., Chernomirdin V., Luchinskii P., Piuitelh A. (actual presidente del régimen fascista de Estonia).

De esta manera, el XXII congreso del PCUS, a pesar que por fuera no se diferenció de los congresos anteriores de la época de Brezhnev, sus deciciones sentaron las bases o la mina que destruyó la URSS: el congreso renunció al curso hacia el comunismo y en calidad de alternativa dió los primeros pasos para la destrucción de la economía socialista. Todo esto fue apoyado por una política incorrecta de cuadros, por los métodos burocráticos empleados por Gorbachov para imponer tales deciciones, y ha de ser sujeto a un estudio minucioso, para en el futuro saber como encaminar las acciones y resistir ante los embates oportunistas y revisionistas.
А. Busláyev

--
Publicado por El Verdugo en el Umbral para De regreso a OKTUBRE el 9/29/2007 10:40:00 AM